viernes, 19 de diciembre de 2008

La Yaya Mayora.

Jajajajaja, no puedo hacer otra cosa que reírme al recordarlo...
Sábado pasado, LesÑadora y yo vamos al teatro, "Platea central" o lo que es igual, a la altura de las butacas pero en grupitos de dos filas de 3 sillas:
Nosotras sentadas en la fila delantera, detrás un pareja de desconocidos. La función está a punto de empezar... y yo que estaba en mi pompa, vuelvo a la realidad cuando me tiran un bolso a las piernas, a esto que miro para arriba y veo a una mujer muy masculina, de unos 60 años, muy alta, gruesa que me sonríe pícaramente y que recogería su bolso después de quitarse el abrigo.
Yaya: "Me encanta Marisa Paredes, la vi actuando en Madrid cuando yo era joven"
Yo: ¡Ah! sí, bueno pero a este teatro a venido más veces.
Yaya: Sí, pero es que yo viajo mucho, este año he estado en Madrid, Barcelona, Holanda, Finlandia, California, Brasil... y ahora he vuelto de la India. Verás es que puedo presumir porque es verdad.
Yo: (aluciada) ¡¡aaah síiii??
Yaya: Sí, y mi marido no viene conmigo al teatro porque dice que tiene muy mala acústica, ya ves, es de un pueblo de 180 habitantes y el Gran Teatro le parece poca cosa...¡mira tú qué pretensiones!
Yo: (alucinada) ¡Ah! ¡pues vaya! (Miro a LesÑadora a ver si ella se había tragado eso del marido, pero estaba distraida)
Empieza la obra... todo bien, hasta que a Marisa Paredes se la oye más bajito que a ningun@... por lo que me toca explicarle a la Yaya (más bien hablando que susurrando para que me escuche) lo que decía su querida Marisa.
Pero no todo termina ahí... la Yaya en sus machorras posturas, no paraba de acercarse y acercar su mano a mi rodilla!! yo me limitada a evitarlo discretamente... hasta que LesÑadora se percató... Y le entró la risa, y me la contagió y en ese momento mis problemas se duplicaron, tenía que esquivar la mano de la Yaya y tenía que aguantar la risa, todo muy discretamente.
No veía el momento de que terminara, ¡¡no sabía cómo colocarme ya!!
Ya en los aplausos me puse en pie enseguida para aplaudir, pero la Yaya no se levantó... cuando terminaron los aplausos se colocó el abrigo y el bolso, se despidió cortésmente y se fue rápidamente.
En realidad me hubiese gustado hablar un ratito con ella al terminar la obra jejejeje

1 comentario:

  1. Con tanto pensar en la yaya se te ha olvidado decir que obra fuimos a ver!!...jjjjjjj....

    Esa noche vimos "SONATA DE OTOÑO" de INGMAR BERGMAN, y por su puesto, por el rabilllo del ojo, veia la mano inquieta de la yaya intentando tocarte la pierna... XD

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...