jueves, 1 de octubre de 2009

Defensa TPFC = Sobresaliente 10

El domingo 27 de Septiembre de 2009 a última hora de la tarde, a eso de las 21:15h llegó LesÑadora a mi casa, a casa de mis padres, para que le expusiera mi TPFC. Horas antes había realizado los últimos cambios, por lo que tendría que repasar la exposición varias veces si quería que quedara perfecta en la defensa oficial. Así fue que LesÑadora se marchó a su casa a la una de la madrugada, después de haberlo repetido, en mi cuarto, con un cañón que se trajo mi padre del trabajo, unas 5 veces.
Ya el lunes a las 8h de la mañana conecté de nuevo el portátil y el cañón, lo repetí un par de veces mientras mi madre, que se pidió el día, fue al mercado de mi barrio a comprar botellitas de agua, vasos de plásticos y unos caramelillos para el tribunal.
Me duché, recogí todo y a las 12h estábamos camino de la escuela. Cuando llegamos para prepararlo todo (iluminación, portátil, conexión al cañón de la sala, mando inalámbrico para pasar las diapositivas de la presentación, botellitas, caramelos) resulta que la llave se la había llevado uno de mis directores de proyecto el jueves anterior, día del último ensayo, pero, afortunadamente existen las llaves maestras. Conforme lo montaba todo, fueron viniendo familiares, amigos y por supuesto LesÑadora (;P)
La exposición fue muy bien, al principio bastante nerviosa pero poco a poco me sentía más segura. Lo peor fue la ronda de preguntas. Yo había estado el lunes anterior en la defensa del proyecto de una amiga y lo primero que hizo cada miembro del tribunal fue felicitarla y halagarla por el trabajo para después hacerle la pregunta, más o menos comprometida, pero, digo yo que ya con el ego por las nubes respondes con confianza sí o sí.
Sin embargo el primer miembro del tribunal se dedicó a hablar y a no concretar la pregunta, llegó un momento que creí intuir a qué se refería, pero no sé cómo modificó el final de la oración y de nuevo no sabía qué responderle. Yo estaba concentrada y miraba de reojo a mis directores, pero tenían mi misma cara de incertidumbre sobre lo que estaba hablando ese hombre. Finalmente me hizo un comentario que insinuaba la existencia de una incongruencia en mis resultados, eso me dolió y le respondí que estaba equivocado y se lo argumenté, fue entonces cuando, asustada por haberme enfrentado a uno de los miembros del tribunal, decidí mirar de nuevo a mis directores, pero mostraban una sonrisilla pícara, como diciendo: “Jejeje lo has dejado cortado después de toda la parrafada que te ha soltado, pero has respondido lo que se debe.” Entonces recuperé confianza en mi misma para responder a las demás preguntas y dejarlos contentos e incluso al alguno creo que hasta lo dejé asombrado. Es cierto que mi nivel de confianza no era el óptimo para hablar como es debido, por lo que en ocasiones utilicé palabras de niña de 2 años, pero bueno, finalmente el tribunal, por unanimidad ha decidido otorgarme la nota… (¡Publicidad! Pensé yo)… más alta, un sobresaliente 10.
Y por fin terminó. Saludé al tribunal, a mis directores y por último a mis familiares, mis padres me regalaron un ramo de flores (no sé de dónde lo sacaron), y amigos, dejando para el final a LesÑadora, a la que sólo pude darle un par de besos en la mejilla… pero con mucho amor…
Marchamos para cafetería donde había concertado unas tapas y bebidas para todos, estuvo bien, aunque faltaban algunas personas, que no pudieron estar. Mi abuela me dio 20 euros (lo mismo es terminar la carrera que celebrar un cumpleaños), una de mis tías una carta para leer cuando llegara a casa y mis tíos varios modelos de tarjetas de visita donde aparecía mi nombre y otros datos al lado de “Ingeniera Agrónoma”, la verdad es que original me pareció.
Después de hora y pico, rondando las 15:30h, quedamos en un restaurante al que pudieron venir todos aquellos que trabajan por la mañana. Resultó que la cocina estaba cerrada en ese restaurante y en otro al que fuimos, por lo que lo celebramos en uno de comida rápida. Por último, unos cafés, helados y dulces y volver a casa muerta. Me llegó el bajón y no podía moverme del sofá, parecía que había corrido una maratón. LesÑadora se quedó un ratito acompañándome y a eso de las 21h se volvió a su casa.

Después de cenar, volví al sofá… estaban mis padres y mi hermana, pero de repente me inundó una pena muy grande… me fui a mi cuarto, no podía dejar de llorar, no sé si lástima por lo que termina o miedo por lo que empieza. Llamé a LesÑadora, me consoló, y después de unos ¾ de hora estaba dormida.
El día siguiente se me hizo extraño, volvía a estar sola en casa por la mañana y ahora además sin tener nada que hacer.

3 comentarios:

  1. enhorabuena... es el llanto postcoital jajajaaaaaaaaa, no te preocupes.

    durante algunas semanas/meses la conciencia te seguirá remordiendo cada vez que intentes pasartelo bien, te dira "TPFC" y tu le dirás a tu conciencia "sobresaliente 10"

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  2. Guau!!!! Un 10!! Enhorabuena... Yo hubiera llorado rios después de tanta tensión jeje... Ahora... A por todas!!!

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  3. Muchas gracias, ahora estoy de papeleo, y tengo que dar mil vueltas para conseguir un único papel, tengo que perseguirlo. Un abrazo a las dos.

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