Durmieron tan juntas que amanecieron siamesas... Cuando desperté, me di cuenta que todo había sido un sueño.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Defensa del TP Fin de Carrera
lunes, 14 de septiembre de 2009
Mis mañanitas y otras cosas.
Estoy un poquito harta, aunque no echo de menos las prisas mañaneras, llevo desde Febrero (saltando Mayo que estuve con el CAP) sola en casa por la mañana. Es un rollo, todo el mundo trabaja, se relaciona con sus compañeros y compañeras y yo con el TPFC, estoy en mi casa y en pijama, no cojo el teléfono si me está cundiendo, no abro la puerta que para eso hay más vecinos, la única compañía que tengo es mi perro.
Esto ha hizo que me enganchase a los blogs, vaaale en verano me quité sin más remedio, pero estoy volviendo... poco a poco.
Ya he empezado la presentación del TPFC, he terminado de diseñar la plantilla justo antes de empezar a leer vuestros blogs. Me gusta cómo ha quedado.
Se me ocurren tantas cosas para hacer cuando por fin defienda el TPFC, le he dicho a LesÑadora que nos vayamos unos días a Chueca (es que me encanta, me siento muy relajada en ese barrio) la otra opción es ir a Cazorla que todavía en la primera semana de Octubre sigue la berrea. Ya se verá...
En cuanto al TPFC, por lo pronto no adelanto nada, pero es posible que tenga consecuencias positivas para mi futuro, aparte de las esperadas como son los títulos de Agrónomos y del CAP.
Para terminar la entrada, voy a contar algo que me resultó curioso. Vino a mi casa (casa de mis padres) una de mis primas (la de 4 años) y cuando vio una pulserita de colores en la estantería de mi cuarto la conversación transcurrió así:
- Prima: ¡Qué pulsera más bonita!
- LesGroNoma: ¿Has visto cuántos colores y cómo brilla? Me la ha regalado LesÑadora (en realidad me la dio para mi prima, que sabe que le gustan)
- P: Aah.
- L: Como es un regalo no te la puedo regalar, pero si quieres te la cambio 3 días por esa que tienes puesta. Yo dejaré la tuya aquí en mi estantería y cuando pasen los 3 días las volvemos a cambiar.
La verdad es que su pulsera brillaba muuucho más y aunque al principio hubo trato, luego siguió:
- P: Bueno mejor no las cambiamos. Pruébatela (ve que me queda bien). Cuanto te quede pequeña me la regalas ¿vale?
- L: Pero P, yo ya no crezco más.
- P: Pero L, si tú eres una niña¿?
- L: (Jajaja, ¡claro con lo que me gusta jugar!) Pero cuando las niñas tienen la edad de la prima C (otra prima común) ya no crecen en altura y yo ya tengo más años que ella.
- P: Aah.
Y al final no me cambió la pulsera. Yo la sigo teniendo en mi estantería... a ver si un día se atreve.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Empezó Septiembre...
lunes, 7 de septiembre de 2009
Para todo lo demás...
jueves, 3 de septiembre de 2009
Regalos...
Los demás regalos no son tan picantes (picantes de picor ¡días enteros con ganas de rascar y el picor que no cesaba con nada!) El primero es ¡¡¡el vinilo de Thriller!!! xD no sé cómo lo ha conseguido LesÑadora, pero tampoco quiero preguntar… ¡Ggg!
Y el último, aunque me da un poco de corte, pero bueno es algo que desde pequeña he querido. Yo le pedía a mi padre, la colección del “Érase una vez el cuerpo humano” o la de “Los jóvenes castores” pero no me hizo caso y me regaló la del “Érase una vez el hombre”. Pues resulta que una tarde de agosto, paseando por el centro, encontramos un hombre que vendía libros en una manta, fue entonces cuando LesÑadora me apretó el brazo y me paró en seco (yo estaba desconcertada, pensé que era una avispa o algo y le hice caso) Allí estaban los libros, la biblioteca completa de los “Jóvenes Castores” a ¡euro y medio el libro! Y allí dejaron de estar xq LesÑadora me la regaló sin pensárselo dos veces. Y los estoy leyendo y son BUENÍSIMOS :D
martes, 1 de septiembre de 2009
Hace tanto que no escribo que no sé por dónde empezar.
Nuestras vacaciones han sido cortas, menos por la “crisis” que por la falta de tiempo. Empezamos con cuatro días en La Mancha, pasando por las Lagunas de Ruidera. ¡Sensacional! El agua fría, los peces, los patos, el olor a naturaleza… Fue realmente fantástico. Encontramos pequeñas lagunas donde LesÑadora y yo nadábamos sin más presencia humana. ¡Y la corriente! ¡Qué fuerza lleva! Subimos las cascadas a contracorriente para sentirla de frente y hacerle cara. Sentí miedo al principio hasta que olvidé lo que era andar por el asfalto y el acerado y aprendí a andar por rocas mojadas.
Hemos estado también en Huelva, en un camping de 3 estrellas, aunque nosotras por la playa que tiene le damos 30. El camping se encuentra en la carretera entre dos pueblos y para llegar desde ésta a la playa es necesario atravesar un pinar, por lo que al final, la gente que te encuentras en la playa a la que da el camping es 99% gente del propio camping. Nada más topar con la arena estaría el pelotón, luego hacia la derecha o la izquierda según dónde se encontrase el Sol el resto del grupo se dispersaba. Nosotras continuamos a contracorriente, para allá donde el Sol de frente cegaba es para donde íbamos. Así nos encontrábamos la playa vacía, una abuela con un abuelo en tanga recogiendo conchas, una pareja de chicos paseando desnudos, un rastoso “de paisano” que visto y no visto se quita la ropa y se anima a bañarse desnudo… Vaya que todos aquellos que queríamos estar a nuestro aire y sin miradas de asombro, sabíamos dónde acudir.
El atardecer es precioso en la Costa de la Luz, a la orilla del Atlántico, sin edificios ni gentío a la vista, a lado de LesÑadora, nuestro primer viaje juntas a la playa… No llevábamos la cámara de fotos, pero puedo asegurar que esa imagen no se va a borrar nunca de mi memoria…