lunes, 14 de septiembre de 2009

Mis mañanitas y otras cosas.

Estoy un poquito harta, aunque no echo de menos las prisas mañaneras, llevo desde Febrero (saltando Mayo que estuve con el CAP) sola en casa por la mañana. Es un rollo, todo el mundo trabaja, se relaciona con sus compañeros y compañeras y yo con el TPFC, estoy en mi casa y en pijama, no cojo el teléfono si me está cundiendo, no abro la puerta que para eso hay más vecinos, la única compañía que tengo es mi perro.
Esto ha hizo que me enganchase a los blogs, vaaale en verano me quité sin más remedio, pero estoy volviendo... poco a poco.
Ya he empezado la presentación del TPFC, he terminado de diseñar la plantilla justo antes de empezar a leer vuestros blogs. Me gusta cómo ha quedado.

Se me ocurren tantas cosas para hacer cuando por fin defienda el TPFC, le he dicho a LesÑadora que nos vayamos unos días a Chueca (es que me encanta, me siento muy relajada en ese barrio) la otra opción es ir a Cazorla que todavía en la primera semana de Octubre sigue la berrea. Ya se verá...

En cuanto al TPFC, por lo pronto no adelanto nada, pero es posible que tenga consecuencias positivas para mi futuro, aparte de las esperadas como son los títulos de Agrónomos y del CAP.

Para terminar la entrada, voy a contar algo que me resultó curioso. Vino a mi casa (casa de mis padres) una de mis primas (la de 4 años) y cuando vio una pulserita de colores en la estantería de mi cuarto la conversación transcurrió así:
- Prima: ¡Qué pulsera más bonita!
- LesGroNoma: ¿Has visto cuántos colores y cómo brilla? Me la ha regalado LesÑadora (en realidad me la dio para mi prima, que sabe que le gustan)
- P: Aah.
- L: Como es un regalo no te la puedo regalar, pero si quieres te la cambio 3 días por esa que tienes puesta. Yo dejaré la tuya aquí en mi estantería y cuando pasen los 3 días las volvemos a cambiar.

La verdad es que su pulsera brillaba muuucho más y aunque al principio hubo trato, luego siguió:
- P: Bueno mejor no las cambiamos. Pruébatela (ve que me queda bien). Cuanto te quede pequeña me la regalas ¿vale?
- L: Pero P, yo ya no crezco más.
- P: Pero L, si tú eres una niña¿?
- L: (Jajaja, ¡claro con lo que me gusta jugar!) Pero cuando las niñas tienen la edad de la prima C (otra prima común) ya no crecen en altura y yo ya tengo más años que ella.
- P: Aah.

Y al final no me cambió la pulsera. Yo la sigo teniendo en mi estantería... a ver si un día se atreve.

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