Esta mañana, no sé cómo ni sé por qué motivo, he realizado un ejercicio memorístico, con el que he recordado los momentos más llamativos de mi paso por el colegio. Pasando desde 1º de EGB he recordado cuando mi amigo Manolo y yo jugábamos en clase con la cartilla, él me enseñaba una página cualquiera de la cartilla y la cerraba rápidamente y yo tenía que buscarla y adivinarla a la primera, y luego al revés. Hasta que jugábamos a la goma, con las cartitas perfumadas, a las canicas, a los tazos... O cuando venían los alumnos del María Montesori y nos daban ,justo antes de salir al recreo, la sorpresa de que se cortaban las clases para jugar con ellos.
Y recorriendo todos los cursos he llegado a 2º ESO, un año de descubrimientos, con juegos como el "conejo de la suerte" o "la botella", por primera vez mis labios rozaron los de un chico, pero lo más espeluznante ni mucho menos eso...
Recuerdo, los abrazos interminables antes de entrar y salir del colegio y los besos de buenos días con todos los chicos y chicas de la clase, cómo mis amigas me tomaban de la mano o del brazo... yo no veía el sentido de todo aquello, que a veces me resultaba pesado, pero no estaba mal del todo...
Habíamos quedado un viernes por la tarde, temprano, en la puerta del Corte Inglés, por el mes de mayo o junio, y mientras esperábamos que llegaran todos, una de mis amigas (aquella que me volvía loca sin motivo aparente) se acercó y posó su mano en mi cadera desnuda, entre la camiseta y el pantalón, no sólo la posaba sino que parecía apoyarse en ella y ejercía una leve presión. ¿Era este gesto normal? ¿y lo que yo empezaba a sentir era o no era normal? Estuve desconcertada unos segundos, y al volver a la realidad y ver cómo su mano seguía sin moverse y cómo ella seguía hablando conmigo y con los demás como si nada, consiguió, que toda la sangre bajara de mi cabeza al pecho hasta llegar al vientre, sentía 3 latidos diferentes: la sangre el corazón y el sexo...
Hasta entonces nada había conseguido una respuesta como esa en mi cuerpo, desde entonces no dejé de buscarla y por fin puedo disfrutarla diariamente, con una simple mirada suya, de mi LesÑadora :D..
Te quiero...
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