Cats&Dogs: Spiderdog

En la foto Ricura, también llamado Ricky o León, aparece un poco estresado ya que decidió hace unos meses trabajar en una pizzería y ganarse unos euros porque está harto de comer bolas de pienso y quiere probar cosas nuevas. Ahí donde lo veis, aunque no levanta más de tres palmos del suelo, es un perro canijo pero valiente, bien educado a base de trocitos de salchichas y con poderosos instintos. Cuando tenía 5 años, paseando por el puente de la fotografía, el viento le acercó un conjunto de olores a los que no pudo resistirse, ansioso por encontrar el origen de dichos olores tomó impulso y saltó con la intención de subir a la "barandilla" del puente con la mala suerte de escurrir y caer al vacío. Mi hermana, una niña por aquel entonces, empezó a llorar y a gritar su nombre desde lo alto del puente. Mi padre corrió casi un par de kilómetros hasta la bajada al río. Los turistas se acercaron todos, ofreciendo a mi hermana teléfonos extranjeros que ella no sabía cómo utilizar, mientras otros mandaban flashes al aire para fotografiar el suceso. Mi padre, una vez bajó al río, a toda prisa, anduvo por el único camino posible, 30 centímetros de muro sobresaliente de la pared de la muralla a la derecha y a la izquierda matorral, juncos, árboles y el río. Bajo los ojos del puente, mi perro empezó a flaquear, entonces mi hermana bordeó el puente y comenzó a llamarlo desde otra posición, mi perro no la veía pero nadaba hacía donde escuchaba la voz conocida, con el cambio de dirección Ricky podía nadar hasta otra orilla y la corriente no estaría en contra sino que empujaría lateralmente... Por fin y tras mucho esfuerzo ¡¡alcanzó la orilla!! Minutos más tarde llegó mi padre, mi hermana sonreía y saltaba de alegría, los turistas aplaudían y mi perro corrió hacia mi padre con el rabillo en alto y agitándolo de un lado a otro mostrando su enorme alegría. Cuando volví a casa, me contaron la historia, mi perro no estaba, fue directo a la pajarería para que lo pelasen pues tenía cardillos y demás restos enganchados al pelo y se había ensuciado muchísimo. Desde entonces su héroe es Spiderman, el superhéroe que viaja por los aires tirando telaraña para no caer al vacío, y ya no sale de casa sin su traje de Spiderdog. A parte de su trabajo de perro guardián, de pizzero y de Spiderdog, sus mayores distracciones son las perritas, las pelotas de tenis y la caza de moscas. Es un perro muy completo pero entiendo que por las mañanas no pueda hacer otra cosa que dormir: ¡zZzZzZz!