Tal y como cita el libro de Adam Frank " El gran estallido está prácticamente muerto y todavía no sabemos qué lo va a sustituir", hace un tiempo que siento que lo mismo le pasa a este blog... está prácticamente muerto, ni mis intentos de reanimación consiguen revivir lo que para mi juicio ha quedado inerte pues la idea por la cual fue concebido quedó herida gravemente y, aunque con una ligera idea, aún no se qué lo va a sustituir.
Cambié la Ducati y el volver a visitar el Hotel Melancoisla por dirigirme al principio, al comienzo de todo.
Cogí mi coche acompañada de mi preciosa labradora negra (de ahí cambiar el coche por la moto, Dori no puede subir en ella y ahora es mi compañera inseparable ya que Argo tristemente murió) y me dirigí al río que un día encontramos perdido en mitad de la sierra de Córdoba.
Esta vez decidí cambiar el Gin Tonic por un par de leffe blonde para brindar por mi salud, si, por mi salud... la otra parte de esta historia ha muerto y sería incoherente brindar por la salud de ella.
En el Guadiato caía la tarde, dejé el reloj en la roca fría que rozaba la orilla y lo golpee con todas mis fuerzas hasta destrozar todas las horas marcadas.
Recogí los pedazos, los envases vacíos, las palabras escritas, los recuerdos perdidos, la llave de este blog... metí todo en una bolsa y la deposité en el contenedor de basura.
Cogí mi coche acompañada de mi preciosa labradora negra (de ahí cambiar el coche por la moto, Dori no puede subir en ella y ahora es mi compañera inseparable ya que Argo tristemente murió) y me dirigí al río que un día encontramos perdido en mitad de la sierra de Córdoba.
Esta vez decidí cambiar el Gin Tonic por un par de leffe blonde para brindar por mi salud, si, por mi salud... la otra parte de esta historia ha muerto y sería incoherente brindar por la salud de ella.
En el Guadiato caía la tarde, dejé el reloj en la roca fría que rozaba la orilla y lo golpee con todas mis fuerzas hasta destrozar todas las horas marcadas.
Recogí los pedazos, los envases vacíos, las palabras escritas, los recuerdos perdidos, la llave de este blog... metí todo en una bolsa y la deposité en el contenedor de basura.
Hay que mantener la sierra limpia.